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Padres de familia, fieles católicos que buscan que sus hijos realicen su primera comunión, han recibido un trato prepotente en las parroquias: Nuestra Señora de Guadalupe y en la parroquia María Auxiliadora, además de que se les exigen cuotas para las mejoras de dichas iglesias, lo que ha generado molestia por parte de creyentes.
Una madre de familia quien prefirió mantener el anonimato, señaló que se encuentra muy decepcionada debido a que se supone que los sacerdotes o catequistas están dando un servicio y tienen la intención de acercar a la gente, sin embargo dijo «con ese tipo de actitudes lo que hacen es alejar a uno de la iglesia, donde está la humildad de la gente de ahí».
José del Carmen Sánchez y Gándara, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, al preguntarle sobre los requisitos que se necesitan para que se lleve a cabo primera comunión otorga a los creyentes un trato grosero, «la atención del padre fue déspota, grosero, cuando uno está hablando con él ya casi le quiere pegar, es muy insolente en su actitud, ya casi te quiere encuerar con la mirada, si esto pasa en la iglesia que te espera en la calle», sostuvo.
Derivado de lo anterior, la madre de familia quién narró los hechos se vio obligada a buscar otra iglesia, acudió a la parroquia María Auxiliadora, en donde se topó con un trato similar pero esta vez por pare de Neftalí quien es la Coordinadora de catequista.
Explicó que da un trato grosero a los padres de familia pero es aún peor el que proporciona a los menores a quienes lo hace caminar con lluvia y sol. Además les exige a los padres para pagar el seguro del padre, que es anual, realizaron una rifa de un arcón navideño dijeron que se tenían que pagar 50 pesos y para el arreglo de la iglesia 100 pesos.
«Desde que uno inició ahí piden y piden, yo entiendo que hay que dar donativos que la limosna que uno da pero lo que si no me cabe en la cabeza es que te digan que no es obligatorio todo lo anotan en una libreta», agregó.
Aquellos que no cooperen no les entregan las boletas de primera comunión, los padres dijo están de acuerdo con el actuar de la catequista y es que además amenaza a los fieles católicos a que si tienen queja de ella la reporten con el obispo «la iglesia católica, la religión está decayendo».
También se les exige una cooperación obligatoria para la compra del impermeabilizante al pueblo, a pesar de que el ayuntamiento donó este material para que se lleven a cabo estos trabajos.
Incluso les advierte a los padres de los menores «nadie los tiene aquí, nadie los está obligando, prácticamente nos dicen que nos tenemos que aguantar».