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Poza Rica de Hidalgo

Abordarán en conferencia el vínculo entre la ciudad antigua de Teotihuacan y los eclipses solares

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Los eclipses, ya fueran solares o lunares, no eran fenómenos desconocidos para las civilizaciones precolombinas. Así lo demuestran diversos códices, como los denominados Mexicanus, Dresde, Telleriano-Remensis y Azcatitlán, entre otros, en los cuales se registraron dichos acontecimientos, casi siempre con la imagen de un ser sobrenatural o una mandíbula devorando un gran disco.

Con motivo del eclipse de sol que tendrá lugar el ocho de abril de 2024, y que será visible de manera parcial en el centro del país, y de forma total en ciudades como Mazatlán, Durango y Torreón, la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Zona Arqueológica de Teotihuacan (ZAT), invitan al público a la conferencia “Teotihuacan: los astros y el próximo eclipse”, que se impartirá este jueves cuatro de abril, en el Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”, a las 11:00 horas.

La charla de acceso libre, a cargo del arqueólogo y director del Centro de Investigación y Divulgación de la Ciencia en la Universidad del Tepeyac, Ismael Arturo Montero García, pretende dar a conocer la relación que guardan los eclipses y otros fenómenos celestes con la llamada “Ciudad de los Dioses”.

Si bien en Teotihuacan no existe evidencia material del registro del “astro devorado”, señaló el especialista, la traza de la urbe indica que “existió una erudición matemática que permitió a sus constructores obtener un conocimiento sistemático del mecanismo celeste”, con el cual orientaron sus edificaciones, y que, a su vez, guarda una estrecha relación con el ciclo agrícola.

El arqueoastrónomo Jesús Galindo Trejo, añadió Montero, considera que esculturas emblemáticas halladas en este sitio patrimonial, como el Disco de la Muerte, localizado en 1963 a los pies de la Pirámide del Sol, pueden ser la representación artística de un ocultamiento solar.

Asimismo, existe una cueva, localizada en las inmediaciones de esta monumental pirámide, que se cree funcionó como un marcador astronómico del tiempo; hipótesis que demostraría la existencia de un registro del comportamiento de los astros, especialmente del sol, como una necesidad de esta civilización por interpretar el orden de los cielos.

Cabe destacar que, al término de la conferencia, las personas que así lo deseen podrán observar el sol a través de cuatro telescopios que se colocarán en el recinto sede de la actividad, gracias al apoyo de la Asociación por la Educación, la Ciencia y la Cultura del Valle del Mezquital.

El equipo con el que se contará, puntualizó Montero García, es un telescopio inteligente, al que las y los visitantes podrán conectarse vía Bluetooth, para recibir las imágenes captadas en sus teléfonos móviles, y vivir una experiencia más cercana a la observación astronómica.

También se dispondrá de un telescopio solar, un telescopio refractor y un solarscopio para observación indirecta, entre otros dispositivos que estarán colocados para el disfrute de los asistentes a la actividad.

Los especialistas Aarón González Benítez, adscrito a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y Fernando Cornejo Montaño, Silvia Ambrocio Cruz, Luis Eduardo Martínez Esquivias y Ricardo Olguín Mena, de la citada asociación, dirigirán la observación del astro y brindarán indicaciones de seguridad para poder atestiguar el próximo eclipse de manera segura.

“El cielo nos va a mostrar su magnificencia este ocho de abril. Debe ser un momento para reflexionar sobre el cuidado de la naturaleza y recordar que sitios como Teotihuacan son espacios en los cuales nuestros ancestros encontraron armonía entre la vida y la naturaleza”, concluyó Arturo Montero.

En México, los eclipses solares más recientes ocurrieron en 1970, en Oaxaca, y en 1991, en el centro de México. Para el caso del eclipse del lunes próximo, se recomienda a las y los espectadores seguir las medidas de seguridad pertinentes para evitar lesiones graves en sus ojos y disfrutar de este fenómeno que, cabe subrayar, no se repetirá sino hasta el tres de marzo de 2052.

La conferencia en comento es organizada por el Departamento de Museos y Comunicación Educativa de la ZAT y, para todas las personas que no puedan asistir presencialmente, podrá seguirse virtualmente desde el perfil el Facebook de la organización civil Arqueología Extrema.

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