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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés), detectó que los cárteles mexicanos utilizan a pequeñas empresas fachada estadounidenses de petróleo y gas natural, instaladas en la frontera sur de ese país, para contrabandear y vender el crudo que roban a Petróleos Mexicanos (Pemex).
En una alerta que emitió apenas el pasado 1 de mayo se revela que los grupos criminales De Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Del Golfo entregan combustible etiquetado falsamente como “aceite usado” a intermediarios estadounidenses, quienes a nombre de los cárteles lo venden a bajo costo a empresas locales e internacionales del país vecino, como petróleo crudo West Texas Intermediate —de referencia en el mercado internacional— y de otras denominaciones.
En muchos casos, los cómplices estadounidenses utilizan redes de empresas, incluyendo empresas fachada y fantasma, para recibir el petróleo crudo robado de las organizaciones criminales mexicanas, que es transportado a la frontera suroeste de EU en camiones cisterna que reportan llevar “aceite usado” u otros materiales derivados del petróleo y gas natural para evitar el escrutinio y evadir impuestos y regulaciones.
Según la alerta activada por FinCEN, tras cruzar la frontera de EU el crudo robado se deposita en tanques de almacenamiento móviles, operados por empresas estadounidenses bajo el control de intermediarios mexicanos o importadores estadounidenses cómplices, antes de ser finalmente entregado y vendido en los mercados energéticos estadounidenses e internacionales de Japón, India, África y otras regiones, como lo publicó el martes EL UNIVERSAL.
Según las estimaciones de FinCEN, los importadores estadounidenses de petróleo robado a Pemex llegan a obtener más de 5 millones de dólares en ganancias por cada envío de crudo desde Estados Unidos a otros países, con varios buques cisterna en ruta cada mes.
De acuerdo con la FinCEN, los importadores de crudo estadounidenses reciben transferencias electrónicas nacionales e internacionales, y una parte la transfieren a empresas mexicanas controladas por los cárteles De Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Del Golfo.
“Como parte del esquema, las instrucciones de las transferencias electrónicas afirman fraudulentamente que los importadores estadounidenses envían pagos por facturas asociadas con la importación de aceite usado u otros materiales peligrosos para ocultar el esquema de contrabando de petróleo”, señala el documento.
Asegura que, mediante este esquema, los grupos criminales mencionados convirtieron el robo de combustible en México, incluido el contrabando de petróleo crudo, en su principal fuente de ingresos ilícitos no relacionados con el narcotráfico, lo que les ha permitido sostener sus operaciones de tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Por ello, activó una alerta para instar a las instituciones financieras estadounidenses a estar pendientes para detectar, identificar y reportar actividades sospechosas relacionadas con el contrabando de petróleo crudo robado de México, a través de la frontera suroeste de EU, por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo y otras organizaciones criminales transnacionales con sede en nuestro país.
De acuerdo con la FinCEN, parte del Departamento del Tesoro estadounidense, la alerta tiene como objetivo ayudar a las instituciones financieras a detectar, identificar y prevenir los flujos de ingresos provenientes de las organizaciones criminales mexicanas señaladas.
En este marco, recuerda que, a pesar de ser un importante productor de petróleo, México carece de la capacidad de refinar todo el crudo que Pemex produce para producir suficiente gasolina, diesel y otros combustibles para satisfacer la demanda de la economía mexicana, por lo que utiliza a Pemex y a otras compañías de petróleo y gas natural para exportar crudo e importar combustibles, lo que es aprovechado por los cárteles para contrabandear miles de litros de crudo y obtener millones de dólares en ganancias ilícitas.
“Los cárteles y sus huachicoleros obtienen petróleo crudo principalmente sobornando a empleados corruptos de Pemex y a funcionarios de gobiernos locales, aunque pueden emplear otras tácticas para robar crudo de Pemex en todo México, como abrir ilegalmente tomas de oleoductos, robar en refinerías y amenazar a los empleados de Pemex. Estas operaciones de robo de petróleo han generado violencia y corrupción en todo México y, en algunos casos, catastróficas explosiones de oleoductos debido a perforaciones ilegales”, indica la dependencia.
Recuerda que, ante la creciente amenaza que representan los cárteles para la seguridad nacional, en enero de este año el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró una emergencia en la frontera suroeste de su territorio, además de emitir una orden ejecutiva para designar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras.
“Como parte del esfuerzo conjunto de la administración Trump para defender el territorio estadounidense y lograr la eliminación total de los cárteles, el Departamento del Tesoro, incluyendo la FinCEN, está utilizando sus facultades y recursos para contrarrestar los flujos de ingresos ilícitos de los cárteles”, resaltó.
El Departamento del Tesoro advierte que continuará persiguiendo a los cárteles y sus afiliados de conformidad con la autoridad de las sanciones antinarcóticos y antiterroristas.
El Universal