Israel «secuestró» a los activistas propalestinos del velero Madleen «en aguas internacionales», acusó este martes Greta Thunberg, a su llegada a un aeropuerto de París tras su expulsión por las autoridades israelíes.
La embarcación fue interceptada el lunes cuando intentaba llegar a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria y 12 activistas propalestinos a bordo, incluida Thunberg. La marina israelí los escoltó al puerto de Asdod.
«Fuimos secuestrados en aguas internacionales y llevados contra nuestra voluntad a Israel», aseguró a la prensa la activista sueca, que formaba parte de la tripulación que buscaba llevar ayuda a la Franja de Gaza. «No violamos ninguna ley. No hicimos nada malo», agregó.
Los activistas que viajaban en el barco eran de Francia, Alemania, Brasil, Turquía, Suecia, España y Países Bajos. Thunberg forma parte de aquellos que firmaron los papeles que permitieron su expulsión de Israel.
Cuatro de los seis franceses presentes en el velero rechazaron hacerlo, entre ellos la eurodiputada Rima Hassan, según la diplomacia francesa. Ahora esperan a pasar a disposición judicial, precisó la cancillería israelí.
«No nos detendremos. Seguiremos haciendo todo lo que podamos»
A su llegada al Aeropuerto Charles de Gaulle de París, Thunberg pidió la liberación de los otros activistas que fueron detenidos a bordo de la Flotilla de la Libertad. Describió una situación “bastante caótica e incierta” durante la detención.
«Estoy muy preocupada por ellos», aseguró la activista ecologista, que pidió su «liberación inmediata», además de la llegada «de ayuda humanitaria a Gaza, un alto el fuego y, sobre todo, el fin de la ocupación» israelí.
«No nos detendremos. Seguiremos haciendo todo lo que podamos, porque es la promesa que hicimos a los palestinos», agregó Thunberg. Según una fuente aeroportuaria, debe tomar otro avión en la noche rumbo a Suecia.
El gobierno israelí acusó a «Greta Thunberg y a los otros [de haber] intentado escenificar una provocación mediática con la única intención de hacer publicidad».