Las altas temperaturas que se han registrado en la ciudad no solo representan un riesgo para la salud general, sino que también podrían provocar afectaciones significativas en la visión de las personas. Así lo advirtió Ramiro Trujillo, técnico optometrista, quien alertó sobre los efectos adversos del calor en los ojos, siendo el más común la sequedad ocular, también conocida como síndrome de ojo seco.
Trujillo explicó que esta condición, aunque aparentemente leve, puede alterar el correcto funcionamiento del ojo, generar molestias persistentes como picazón, ardor o sensación de cuerpo extraño, y en casos más severos, incluso dificultar la capacidad de enfocar con claridad. El origen del problema radica en la acelerada evaporación de la película lagrimal, una capa fundamental que mantiene la superficie ocular lubricada y protegida.
Ante este escenario, el especialista ofreció una serie de recomendaciones para mitigar los efectos del calor en la salud visual. En primer lugar, destacó la importancia de usar gafas de sol al salir al exterior, ya que estas reducen la evaporación lagrimal y protegen los ojos de alérgenos o partículas suspendidas en el aire.
También sugirió a quienes trabajan frente a pantallas de computadora en ambientes con aire acondicionado, que incrementen la frecuencia del parpadeo, ya que este acto ayuda a distribuir adecuadamente la lágrima sobre el ojo. Asimismo, recomendó el uso de lágrimas artificiales para mantener la hidratación ocular y el empleo de humidificadores en espacios cerrados, como medida para contrarrestar el ambiente seco.
Finalmente, Trujillo hizo un llamado a quienes usan lentes de contacto para que respeten las horas de uso indicadas por los especialistas. El uso prolongado de estos dispositivos, especialmente en condiciones de calor extremo, puede intensificar los síntomas del ojo seco y provocar complicaciones adicionales si no se toman las debidas precauciones.
