*La comunidad acusa silencio y omisión de Pemex ante un nuevo atentado ambiental
Tihuatlán, Ver.- Un derrame de hidrocarburo alcanzó el arroyo Totolapa y ya está afectando directamente a más de 300 niñas y niños de la escuela José Vasconcelos, quienes acuden a clases respirando un ambiente contaminado que pone en riesgo su salud. A escasos metros del siniestro viven alrededor de 500 vecinos que hoy enfrentan olores tóxicos, riesgos sanitarios y una incertidumbre que Pemex, hasta ahora, no ha tenido la voluntad de aclarar.
Mientras la mancha aceitosa continúa expandiéndose, la paraestatal mantiene un silencio absoluto que la población interpreta como desinterés y negligencia. No ha emitido un solo informe oficial, no ha realizado acciones de contención visibles y tampoco ha explicado las causas del derrame que mantiene en alerta a toda la comunidad. La omisión, para los habitantes, resulta tan peligrosa como el propio contaminante.
Maestros y padres de familia denuncian que las y los menores estudian rodeados de vapores tóxicos, con síntomas de irritación y dolores de cabeza, mientras las autoridades ambientales brillan por su ausencia. La población exige que Pemex implemente de inmediato un operativo real de saneamiento y no “simulaciones” como las que han acompañado otros incidentes en la región.
Los vecinos señalan que los derrames se han vuelto recurrentes y que la empresa parece incapaz, o no interesada, en garantizar la seguridad de quienes viven junto a su infraestructura petrolera. “Cada vez es más frecuente que despertemos con olor a crudo, pero Pemex siempre se hace el desentendido”, reclamaron habitantes de Totolapa, quienes temen que el agua, el suelo y el aire hayan quedado severamente comprometidos.
La comunidad exige respeto, claridad y acciones inmediatas. Piden que Pemex responda, que se atienda el derrame con responsabilidad y que se ponga fin a estos atentados ambientales que afectan la vida de miles de personas en Tihuatlán y la región. Mientras no haya intervención efectiva, el temor y la indignación seguirán creciendo al ritmo de la contaminación.


