Familias de la colonia Laredo alzaron la voz para denunciar una fuga de hidrocarburo que atraviesa sus viviendas, lo que no solo ha dañado su patrimonio, sino que también ha puesto en riesgo su salud.
De acuerdo con los vecinos, varias casas presentan brotes de crudo y, aunque el problema lleva años, Pemex no ha ofrecido una solución definitiva.
“Aquí todos los vecinos estamos en riesgo de una explosión. Además, hay quienes tenemos niños, y ellos son los más propensos a padecer malestares por inhalar el olor a crudo”, señaló Elizabeth Olmos Hernández.
Los habitantes aseguraron que ya han sufrido síntomas como dolor de cabeza, irritación en garganta, ojos y piel, así como dolores en los huesos. Esto, dijeron, les impide vivir en condiciones de tranquilidad debido a la exposición constante al contaminante.
La señora Olmos Hernández explicó que su hija padece asma, por lo que teme que la situación agrave su estado de salud: “Me preocupa que, al estar respirando este olor, sus problemas se hagan más graves”, comentó.
Los colonos advirtieron que, aunque el problema tiene años, en los últimos meses se ha intensificado al grado de que algunas familias han decidido abandonar sus hogares.
Los afectados exigieron a las autoridades de Petróleos Mexicanos atender con urgencia la situación, pues consideran que cada día que pasa aumenta el riesgo para quienes aún habitan la zona.
