Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, hablaron por teléfono este jueves en un momento en que las negociaciones arancelarias estancadas entre los dos países han sacudido el comercio global.
La conversación fue reportada por Xinhua, un medio estatal chino. La Casa Blanca no comentó de inmediato al respecto.
Un día antes, el mandatario estadounidense había declarado que era difícil llegar a un acuerdo con su homólogo chino.
«Me gusta el presidente XI de China, siempre me ha gustado y siempre me gustará, ¡pero es MUY DURO Y EXTREMADAMENTE DIFÍCIL HACER UN TRATO CON ÉL!!!», publicó Trump el miércoles en su sitio de redes sociales.
Estacadas las negociaciones arancelarias entre China y EU
Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China se estancaron poco después de un acuerdo del 12 de mayo entre los dos países para reducir sus tasas arancelarias mientras se desarrollaban las conversaciones. Detrás del estancamiento ha estado la continua competencia por una ventaja económica.
Estados Unidos acusa a China de no exportar minerales críticos, y el gobierno chino objeta que Estados Unidos restrinja la venta de chips avanzados y su acceso a visas estudiantiles para estudiantes universitarios y de posgrado.
Trump ha reducido sus aranceles del 145% sobre los productos chinos al 30% durante 90 días para permitir las conversaciones. China también redujo sus impuestos sobre los productos estadounidenses del 125% al 10%. El ir y venir ha causado fuertes oscilaciones en los mercados globales y amenaza con obstaculizar el comercio entre los dos países.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, había sugerido que solo una conversación entre Trump y Xi podría resolver estas diferencias para que las conversaciones pudieran reanudarse en serio. Sin embargo, la tensión subyacente entre los dos países puede persistir.
Incluso si las negociaciones se reanudan, Trump quiere reducir la dependencia de Estados Unidos de las fábricas chinas y reindustrializar el país, mientras que China quiere la capacidad de continuar su avance en tecnologías como los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial, que podrían ser cruciales para asegurar su futuro económico.
Estados Unidos tuvo un desequilibrio comercial de 295 mil millones de dólares (mdd) con China en 2024, según la Oficina del Censo. Mientras que el enfoque del gobierno chino en la manufactura lo ha convertido en una potencia económica y geopolítica importante, China ha estado lidiando con una economía en desaceleración después de una crisis inmobiliaria y los confinamientos por la pandemia de Covid-19 que debilitaron el gasto del consumidor.
Trump y Xi habían hablado por última vez en enero, tres días antes de su investidura. La pareja discutió sobre el comercio entonces, así como las demandas de Trump de que China hiciera más para evitar que el opioide sintético fentanilo ingresara a Estados Unidos.
Trump había expresado durante mucho tiempo optimismo sobre las perspectivas de un gran acuerdo, antes de su publicación sugiriendo que Xi estaba haciendo eso difícil.
La semana pasada, Trump fue más allá, publicando: «La mala noticia es que China, quizás no sorprendentemente para algunos, HA VIOLADO TOTALMENTE SU ACUERDO CON NOSOTROS», publicó Trump. «¡Así que mucho por ser el Sr. CHICO AMABLE!»