La señora Antonia Bermúdez, de 84 años de edad, enferma y sin poder caminar, y su hijo Mario Islas, lo perdieron todo durante la inundación del pasado 10 de octubre en la colonia Morelos.
Mario, quien ahora enfrenta solo la tarea de cuidar a su madre, relata que ambos se encuentran sin recursos ni ingresos que les permitan salir adelante. Su vivienda, ubicada en la calle Pozo número 174, quedó severamente dañada, y lo poco que tenían fue destruido por el agua y el lodo.
“Ella no puede caminar, necesita cuidados todo el tiempo, pero ya no tenemos nada. No hay día que no me pregunte cómo vamos a salir de esto, pero no me puedo rendir por ella”, compartió con voz entrecortada don Mario, quien además perdió su empleo en la construcción tras la tragedia.
La señora Antonia requiere atención médica especializada, pañales, ropa y alimentos, pero las condiciones actuales les impiden cubrir siquiera lo básico. Desde entonces, madre e hijo sobreviven gracias al apoyo solidario de algunos vecinos que, con lo poco que tienen, les tienden la mano.
Don Mario hizo un llamado urgente a la población para que los apoyen con artículos de primera necesidad, principalmente pañales tipo calzoncillo para adulto mayor, además de alimentos, ropa y atención médica.
La historia de don Mario y su madre se suma a las de decenas de familias que, entre el lodo y los escombros, siguen luchando por reconstruir sus vidas tras la inundación del 10 de octubre, una tragedia que ha conmovido a todo el país.

 
                                     
                             
                            
