Con un estruendoso y cariñoso aplauso, amigos, familiares, colegas y discípulos recibieron este jueves 17 de julio de 2025, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, a Jorge Angulo Villaseñor (1925), figura clave en la evolución del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien fue homenajeado por el primer siglo transcurrido desde su nacimiento.
Al tomar la palabra y de manera literal, sosteniendo una pequeña moneda dorada en su diestra, el connotado arqueólogo, museólogo y escultor agradeció “a todos los amigos, presentes y ausentes, por recordar a quien tiene, justo ahora, un centenario… Aunque sea de chocolate”.
Tras estas palabras y la sentida evocación que Angulo hizo de su compañera de vida, Chappie Angulo Chapman (1928-2020), se dio paso a las intervenciones de un destacado presídium, en el cual el titular de la Unidad Estratégica de Culturas Vivas de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, Diego Prieto Hernández, y el investigador de la Zona Arqueológica de Teotihuacan, Sergio Gómez Chávez, resaltaron el privilegio de rendir tributo al que, quizá, sea el arqueólogo en activo más longevo del mundo.
“Muchos centenarios más para quien sintetiza en su persona la historia del INAH”, declaró Diego Prieto al rememorar los 70 años de trayectoria profesional de Angulo Villaseñor.
A su vez, la investigadora emérita del instituto, María Noemí Castillo Tejero, destacó los numerosos aportes investigativos del homenajeado, y a partir de los cuales se ha avanzado sustancialmente en el entendimiento de las culturas teotihuacana y xochicalca, entre otras.
“Aunque nunca ha dado clases formalmente, no ha necesitado de un aula pues todo arqueólogo que se ha formado en la ENAH, en los últimos 50 años, conoce de él y de su trabajo”.
“Jorge Angulo siempre ha sido el tlacuilo y, desde ahora, el tlatoani de Teotihuacan”, expresó Sergio Gómez, tras recordar cómo una de las obras de Angulo, titulada Teotihuacan. Un autorretrato cultural, no solo le convenció de estudiar arqueología, sino que, entre los años 80 y 90, por instrucción del arqueólogo Rubén Cabrera, fue difundida como lectura obligada entre todos los trabajadores de la zona arqueológica.
En el conversatorio-homenaje también participaron los académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Carlos Navarrete Cáceres y Daniel Flores Gutiérrez; el director del Museo Regional de los Pueblos de Morelos, Rodolfo Candelas Castañeda, y los coordinadores del Seminario Fundadores de la Antropología Mexicana, Leonel Durán Solís y Elsa Hernández Pons.
De especial mención fue la labor que el investigador tuvo en los años 70, para la concreción del Centro Regional Morelos-Guerrero, por instrucciones del entonces titular del INAH, Guillermo Bonfil Batalla, así como en la puesta en marcha del Museo Regional Cuauhnáhuac, recinto cuernavacense que hoy es el Murepumo y cuya construcción fue antecedida por un salvamento arqueológico sin precedente, liderado por Jorge Angulo.
“Honestamente, ya no hay directores de museos como él, quizá, nunca los hubo, porque estamos ante un hombre único, quien siempre ha sabido transformar los retos en oportunidades”, finalizó Rodolfo Candelas.
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