Aunque su nombre sugiere un origen extranjero, los cacahuates japoneses no provienen de Japón. Esta popular botana, consumida a diario por miles de personas en México, tiene su origen en el corazón de la Ciudad de México.
Es común verlos en manos de usuarios del Metro capitalino, donde se han convertido en un antojo habitual gracias a los vendedores ambulantes que los ofrecen en vagones y andenes. Sin embargo, pocos conocen la historia detrás de este tradicional snack mexicano.
El verdadero origen de los populares cacahuates “japoneses”
Un video difundido por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México a través de sus redes sociales revela parte de esa historia. En él aparece el nieto de Yoshihei Nakatani Moriguchi, quien relata cómo su abuelo dio vida a esta botana en el barrio de La Merced alrededor de 1943.
En ese entonces, decenas de personas hacían fila frente a una vivienda para comprar una novedosa botana: cacahuates sin cáscara cubiertos con una capa tostada elaborada a base de trigo y soya.
¿Quién fue Yoshihei Nakatani Moriguchi?
Yoshihei Nakatani Moriguchi era un inmigrante japonés que llegó a México y, ante la falta de empleo, decidió emprender fabricando sus propios productos. A los 33 años, encontró en los cacahuates una oportunidad para crear un alimento accesible, sabroso y diferente.
¿Cómo empezó la industrialización de este cacahuate?
Originalmente, la receta se pensó con harina de arroz, pero debido a la escasez de este ingrediente se sustituyó por harina de trigo, lo que dio origen a la cubierta crujiente que caracteriza a esta botana.
Aunque Yoshihei fue el creador del cacahuate japonés, su nieto asegura que el mérito de su industrialización pertenece a su abuela, Emma. Ella fue quien diseñó un horno giratorio que permitió producirlos a mayor escala, marcando un antes y un después en su fabricación y distribución.
¿Cómo acabó recibiendo su nombre este cacahuate japonés?
Ante una mezcla de denominaciones del nombre, principalmente la gente enviaba a sus hijos y le decían “ve con el señor japonés” o “ve con el japonés por cacahuates”, y con el tiempo, la expresión se popularizo y dio nombre como comúnmente lo conocemos como “cacahuate japonés”.