Papantla, Veracruz.- Hoy en día, las cuestiones políticas pueden llegar a caer en conflictos de interés durante la búsqueda del poder, de una forma muy parecida al amor a la cultura en tiempo de elecciones, pero esta vez hablaremos de religión, aquella que por laicidad no debe ser parte de la política y que se encuentra establecido en la Constitución, donde es señalado la libertad de religión, así como la separación del estado y las iglesias.
En nuestros país, el estado es laico, sin embargo más del 50% de la población es católica. De manera más local, específicamente en Papantla y en donde se enfocará este texto, la población de la ciudad vainillera más del 70% es católica, por lo que a los políticos siempre es de mucho interés el mantenerse cercanos a aquellos grupos religiosos, pero principalmente en él que tiene más seguidores de su doctrina.
En nuestra ciudad vainillera, estas cuestiones no pasan tan desapercibidas. En algunos años atrás, por allá del 2004 si mal no recuerdo, alguna vez llegué a escuchar en compañía de mi familia la misa en la parroquia principal de la ciudad, había un sacerdote de complexión ancha, usaba unos lentes grandes y ocupaba peinado de Benito Juárez, en tiempos de campañas al finalizar su misa, lanzada un mensaje basado en un juego de palabras, donde hacía alusión a que pan y el vino eran la respuesta, claro su mensaje era en apoyo al partido, fue ahí donde entendí la magnitud de la influencia de la iglesia dentro de la política, tenía como 10 años, y claro otro poco de lo que escuchaba de aquel hoy extinto programa de radio “Ahora Mismo”.
En tiempos electorales, es común llegar a ver a la clase política un poco más cercana a la doctrina, pero hay de todo tipo, existen aquellos que asisten a misas, participan en peregrinaciones, y están hasta los que se arrodillan cuando afuera de su casa pasan los recorridos de la iglesia, tratando de generar una empatía de los que sí son fieles creyentes.
Asimismo, podemos ver aquellos que teniendo cargo público son cercanos a los diversos grupos religiosos, aunque claro, siempre influye mucho el acercamiento de él político con los sacerdotes, líderes o pastores, que son quienes venden a su rebaño al mejor postor.
