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A siete años de los sismos de septiembre de 2017 y cinco cumplidos desde la instrumentación del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR), autoridades de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) expusieron los aprendizajes obtenidos durante la atención del patrimonio edificado que resultó afectado, el más importante reto que ha atravesado México, en materia de restauración patrimonial.
En el Pabellón Cultural del Jardín Escénico del Bosque de Chapultepec, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, y el titular del INAH, Diego Prieto Hernández, reflexionaron en torno al tema al participar en el foro “Intercambio de experiencias del Programa Nacional de Reconstrucción. Reconstruyendo esperanza”, organizado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
La encargada de la política cultural del país comentó que, al día de hoy, se lleva 95 por ciento de avance en la atención de los 3,269 inmuebles patrimoniales, afectados en 11 estados del territorio nacional.
Por su parte, el antropólogo Diego Prieto destacó la multidisciplina y el acompañamiento de las comunidades como las dos principales enseñanzas durante el proceso de reconstrucción. “Antes solía ganarnos la acción independiente y se decía: ‘tú, que eres arqueólogo ocúpate de tus piedras, tú arquitecto, de tus templos, y tú antropólogo, de tus comunidades; sin embargo, esta gran restauración se caracterizó por una visión integral de la antropología”.
Gracias a ello, añadió, la Secretaría de Cultura federal y el INAH han finalizado la atención y levantado una bandera blanca en siete entidades: Chiapas, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.
“Hacia el próximo 30 de septiembre de 2024, el avance deberá estar cerca de su cierre definitivo “, adelantó.
Al hablar acerca del acompañamiento comunitario, el director general del INAH rememoró diversos momentos de los trabajos de restauración, como aquellos primeros acercamientos con pobladores que, ante programas de apoyos económicos mal instrumentados, buscaban demoler sus templos y viviendas vernáculas, antes que restaurarlos.
“En las semanas inmediatas a los sismos, se entregaron apoyos económicos a personas con pérdidas totales en sus viviendas, lo que llevó a demoliciones masivas y, lamentablemente, a la pérdida de arquitectura tradicional en Oaxaca, Guerrero y Chiapas”.
En este contexto, dijo, fueron clave las gestiones de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura y del personal del INAH, para dialogar y convencer a los damnificados de que la restauración de los recintos edificados por sus ancestros era factible.
“Pese a estas dificultades, hubo gestos como el de habitantes de Joquicingo, Estado de México. Allí, la gente se organizó para evitar la demolición de una casa en la que, según la tradición oral, durmió Emiliano Zapata… De este modo, podemos agregar la conservación de este inmueble como otro de los logros del general Zapata”.
En el foro “Intercambio de experiencias del Programa Nacional de Reconstrucción. Reconstruyendo esperanza”, además de Sedatu y Cultura, participan las secretarías de Salud y de Educación, así como la Comisión Nacional de Vivienda y el Instituto Mexicano del Seguro Social; continuará su actividad el jueves 12 y viernes 13 de septiembre de 2024.
Dentro de su programa participarán las y los titulares de las coordinaciones nacionales de Desarrollo Institucional, de Conservación del Patrimonio Cultural, y de Monumentos Históricos del INAH, Antonio Huitrón Santoyo, María del Carmen Castro Barrera y Valeria Valero Pié, respectivamente, así como los directores de los Centros INAH Puebla, Estado de México y Tlaxcala, Manuel Villarruel Vázquez, Nahúm Noguera Rico y Vicente de la Rosa Herrera.
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